Es preciso hacer un poco de historia, para ello nos remontaremos por decirlo así,  a nuestros orígenes cuando, corría el año de 1994, nosotros Francisco Ochoa Neira y María Alicia Vega de la Cuadra, tuvimos  un anhelo en común, el de ser abogados, luego de cursar la carrera de Derecho en la Universidad Católica de nuestra querida ciudad de Cuenca,  nos consagramos como profesionales del Derecho  para dedicarnos  a ayudar a la gente que lo necesitaba, como pudimos aprender a su vez de nuestros antecesores. Ese momento llegó y se quedó en nosotros, el camino recorrido ha sido grande y muchas veces un tanto difícil, pero siempre con la convicción de que solamente la excelencia es nuestra marca en todas las cosas que hacemos, avanzando con esa premisa hemos podido incorporar a nuestro hacer a dos jóvenes profesionales como son nuestros hijos María Bernarda Ochoa Vega y Francisco José Ochoa Vega,  a quienes desde pequeños les supimos transmitir nuestra pasión por el derecho y su función en la sociedad, para que actualmente seamos testigos de la fusión extraordinaria de la experiencia con la juventud, dando como resultado el excelente fruto y para nuestro orgullo, de  contar con la cuarta generación de abogados entre ellos nuestros abuelos, padres, tíos y hermanos.